Se trata de una especie de centro comercial con 5 plantas
(el ascensor sólo te lleva a la 4ª; a la 5ª hay que subir por las escaleras).
Hay joyería, electrónica, seda, ropa de marca, maletas, bolsos, arte
tradicional chino, juguetes, …
Los precios iniciales son desorbitados así que hay que ir
preparado para regatear. En este, como en todos los mercadillos dedicados a los
turistas en China, los vendedores son políglotas. Aunque el primer contacto es en Inglés, seguro que
te entienden cuando comentas con tus compañeros de viaje la cantidad que estás
dispuesto a pagar por el artículo en cuestión. Y al final del trato aprenden a
hablar español misteriosamente.
Como anécdota diré que hay gente honrada en
China. En la quinta planta del mercado de las perlas hemos parado a comprar
agua en un bar que está frente a unos ascensores. Mi padre se ha dejado la
mariconera con el móvil, pasta en euros, pasaporte y más. Y nos hemos dado
cuenta cuando estábamos saliendo del lugar. Hemos vuelto a la quinta planta,
hemos encontrado el lugar y la chica de la barra nos la había guardado. Hemos
intentado recompensarla con dinero y no ha querido. Si vais por allí, tomad
algo en mi nombre en el local.
Tenéis más detalles sobre cómo llegar en la guía de viaje que estoy preparando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario